Cualquier relación comercial o contractual entre empresas o entre particulares se basa, inicialmente, en la buena voluntad de las partes y en la mutua confianza. Ambas suelen ofrecerse recíprocamente sus productos y servicios garantizando la máxima calidad y eficacia, y también las plenas garantías de pago. A pesar de los mejores deseos, a menudo sucede que la relación que en principio iba a resultar un éxito acaba por convertirse en un rotundo fracaso. Surgen todo tipo de problemas y, lo que es peor, comienza un peregrinar por las instancias judiciales después de las numerosas reclamaciones previas al margen de los tribunales.
Es en ese momento cuando una de las partes se da cuenta de que está frente a un moroso. Expresiones como «no me paga», «no consigo localizar su domicilio», «se ha ido a otra ciudad», «no se pone al teléfono», «no se ha presentado al juicio», son frecuentes entre quienes se dedican a la contratación con terceros.
En ALVAREZ & MENDEZ ASESORES LEGALES le asesoramos para presentar la oportuna demanda judicial, reclamando la deuda y solicitando que todos los gastos ocasionados por el juicio corran por cuenta del deudor. No obstante, en muchos casos se gana el pleito pero el deudor no tiene dinero, no tiene inmuebles a su nombre y sus cuentas bancarias están a cero, por lo que no es posible cobrar. Dicha situación no es una casualidad, ya que los morosos ‘profesionales’ saben cómo ampararse en la legalidad para desarrollar su labor corriendo el menor riesgo posible.
En Panamá no existe la llamada “cárcel por deudas”, a menos que se demuestre que la morosidad se debe a una conducta delictiva de acuerdo al Código Penal. Por lo anterior es importante que mantener la documentación adecuada que permita la recuperación de la deuda.
Además brindamos servicios de Sucesiones testadas, Intestadas, tramites en Reforma Agraria, problemas de tierras, entre otros.